Hotel Geblergasse Viena

El hotel estaba cerca del metro, lo cual fue súper útil para visitar Schönbrunn y el Palacio Belvedere. Las habitaciones eran básicas pero cómodas, perfectas para quedarnos después de salir de fiesta. ¡El precio fue genial y nos permitió ahorrar para más diversión!

En serio, necesitábamos un mejor internet para poder subir todas nuestras fotos y videos de la fiesta!

El hotel está bien ubicado, cerca del metro, lo que te facilita moverte por la ciudad. Las habitaciones son limpias y bien decoradas, con un baño bien equipado. Además, disponen de sala para dejar las maletas, lo cual es muy conveniente. El desayuno a buen precio es variado y satisfactorio, con zumos, cafés, cereales, jamón cocido y queso, pan.

Recomendaría a todos este lugar.

Este hotel brinda una estancia verdaderamente lujosa con comodidades exclusivas. Las habitaciones son amplias y tranquilas, perfectas para disfrutar de una noche de descanso placentera. Además, el hotel cuenta con instalaciones privadas exclusivas, lo cual añade un toque de lujo a la experiencia. La ubicación también es muy conveniente, a pocos pasos del transporte público y cerca de restaurantes y tiendas.

Aunque la experiencia en este hotel fue en general excepcional, hubo un pequeño problema. El personal no parecía estar muy informado acerca de las atracciones turísticas de la ciudad.

El hotel era cómodo, la habitación era ordenada y me ha gustado su personal excelentemente complaciente. Un desayuno muy asequible y una comida deliciosa. Está en una posición cómoda, a poca distancia del all in.

Este hotel ofrece una excelente relación calidad-precio. Situado en una zona residencial tranquila, está cerca de la estación de metro, lo que facilita el acceso al centro de la ciudad. Las habitaciones son cómodas y cuentan con un baño muy grande y adecuadas instalaciones. Además, el desayuno incluido tiene muchas opciones para elegir.

Todo fue genial. ¡No hay quejas aquí!

Fue una experiencia relajante, he disfrutado un montón de la ubicación y la habitación. El restaurante del hotel es pequeño.

El desayuno calidad precio me sorprendió para bien. Por 7 euros/persona tienes acceso a un buffet de desayuno bastante completo, merece mucho la pena desayunar en el hotel. Además, el hotel ofrece la opción de alargar la estancia por un pequeño costo adicional, lo cual es muy conveniente. La habitación era espaciosa, limpia y organizada. Y el hotel se encuentra en una ubicación que permite moverse fácilmente hacia los atractivos turísticos en poco tiempo.

Lo recomiendo. La ubicación del hotel es algo compleja para llegar al centro, pero esto no significó un gran inconveniente en general.

Todo estaba impecable, y me han encantado la ubicación y el personal porque eran perfectos. Una experiencia guay.

Pasamos un tiempo muy bueno. El hotel estaba impecable y era perfecto, he disfrutado de las camas súper cómodas. Habitaciones completas y para no fumadores, un personal muy amigable.

La habitación era espaciosa y limpia, con camas cómodas y un baño amplio. La ubicación del hotel es excelente, muy cerca de una estación de metro y con buenas conexiones al centro de la ciudad. También nos gustó la opción de tomar café para llevar en la recepción. Además, el desayuno que reservamos el último día fue bastante aceptable.

Todo era lo que quería y necesitaba.

Es un hotel europeo que tiene un servicio estupendo. Habitaciones para no fumadores y soleadas. Tiene una ubicación estupenda, a dos pasos del Wahringer Wasserturm.

Este lugar está situado en una zona tranquila cerca de la estación de metro, lo que hace que sea muy conveniente para explorar el centro de la ciudad. La recepción estaba abierta las 24 horas y el personal fue muy amable y servicial. Me permitieron dejar mi equipaje en la recepción después del check-out de forma gratuita. Las habitaciones eran pequeñas pero cómodas y limpias. Tenían todas las comodidades necesarias, incluyendo calefacción y facilidades para hacer té y café. También había un patio y una zona de estar donde podía relajarme. En general, el servicio y las instalaciones eran de alta calidad.

En cuanto a las desventajas, no tengo ninguna. Recomendaría este lugar a mis amigos sin dudarlo.

La ubicación del hotel Geblergasse es excelente, ya que se encuentra cerca de varias estaciones de tram y metro. Además, el hotel está bien comunicado con el resto de la ciudad, lo cual facilita los desplazamientos. La habitación en la que estuvimos era amplia y cómoda, lo cual nos permitió descansar adecuadamente. También nos gustó la opción de dejar nuestras maletas en una sala bajo llave antes de hacer el check-in o después de hacer el check-out. El WiFi en la habitación funcionaba bien, lo cual nos sirvió para estar conectados durante nuestra estancia. El precio del desayuno era accesible y la variedad de alimentos que ofrecían era satisfactoria. Aunque faltaba un poco de bollería, había opciones saludables como frutas y yogur. Además, las tiendas de comestibles y establecimientos de comida rápida en los alrededores nos brindaron opciones adicionales para nuestras comidas.

Algunos inconvenientes fueron que la habitación solo tenía un enchufe y ninguno en el baño, lo cual nos dificultó cargar nuestros dispositivos electrónicos. También, los radiadores del hotel generaban un ruido insoportable que nos dificultó conciliar el sueño.

Nos encantó la cercanía de estación de metro y paradas de tranvía, perfecto para explorar Viena. Además, la habitación familiar era espaciosa y cómoda para viajar con niños pequeños. La ubicación facilitó hacer turismo con los peques.

Según mi mujer, sería genial que el hotel ofreciera actividades o servicios para entretener a los niños.

La ubicación es conveniente ya que está cerca de una estación de metro y tranvía, lo que facilita el acceso a otras áreas de la ciudad. Además, el personal de recepción fue amable y servicial durante nuestra estadía.

Hubo varios aspectos negativos durante nuestra visita a este hotel. En primer lugar, la falta de aire acondicionado en la habitación hizo que fuera muy incómodo dormir por la noche debido al calor.

nuestra estancia en Geblergasse fue maravillosa. El personal atento las 24h del día y nos organizaron un taxi impecable para ir al aeropuerto. La habitación con terraza privada y cerca de la estación de metro y tranvía nos facilitó la movilidad por Viena. Además, el desayuno económico y las instalaciones limpias y bonitas superaron nuestras expectativas en comparación con nuestro anterior viaje a Viena.

Faltaba aire acondicionado, lo cual fue un inconveniente considerando el calor.

El hotel se encuentra en una ubicación muy conveniente, cerca de la estación de metro y del centro de la ciudad. Cuenta con buenas conexiones de transporte público, lo cual facilita explorar Viena. Las habitaciones son amplias y luminosas, con bonitas vistas a los tejados y a las torres de una iglesia cercana. Además, el baño está bien equipado con jabón para las manos y la ducha.

El personal de recepción no fue muy profesional y se mostró poco amigable a la hora de proporcionar información sobre los lugares de interés.

Buena ubicación cerca del transporte público y a poca distancia del centro. Habitaciones limpias y ordenadas, con caja de seguridad y personal amable. Buena relación calidad-precio. No hablan español, pero la comunicación es posible. Buenos servicios y comodidades.

Las habitaciones del Hotel Geblergasse son acogedoras y cómodas, con todo lo necesario para una buena noche de descanso. Me encantó el acceso gratuito a Internet y la televisión vía satélite. Como viajero que valora la comodidad, me sentí como en casa.

A veces se podía escuchar ruido de la habitación contigua, pero nada grave.

La habitación era amplia y limpia, con una pequeña heladera. El desayuno era increíble y completo. El personal fue muy amable y nos ayudó con todas nuestras inquietudes. La ubicación era un poco alejada del centro, pero había medios de transporte cercanos que te dejaban en pocos minutos en el centro.

Me sentí como en casa al instante, no tengo ninguna queja.